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lunes, 10 de octubre de 2016

El nuevo escándalo puede poner fin a la candidatura de Trump

Se desmarcan legisladores federales, gobernadores y ex candidatos republicanos

Nunca me he retirado de nada en mi vida, responde el magnate ante presiones políticas

A un mes de la elección, hoy se realiza el segundo debate entre los aspirantes a la Casa Blanca


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La filtración de Wikileaks sobre la cercanía de Hillary Clinton con Wall Street pasó a segundo plano ante los problemas de su contendiente republicano

Periódico La Jornada

La campaña presidencial de Donald Trump sufre su peor crisis después de que dirigentes y políticos del Partido Republicano han criticado y hasta dado la espalda a su abanderado –incluso piden su retiro de la contienda– por los comentarios vulgares que lo muestran como acosador y hasta agresor sexual de mujeres, divulgados el viernes en una grabación, todo lo cual, afirman analistas, puede marcar el fin de su candidatura a un mes de las elecciones presidenciales.
Al mismo tiempo, correos electrónicos de la campaña de la candidata demócrata Hillary Clinton divulgados por Wikileaks el viernes y que aparentemente contienen elementos que sustentan críticas de su cercanía a Wall Street y su promoción del libre comercio y fronteras abiertas, que podrían ser potencialmente dañinas a su campaña, se mantuvieron en segundo plano gracias al escándalo detonado en torno a Trump.
El segundo debate entre Trump y Clinton –quien en un tuit comentó sobre las declaraciones grabadas de Trump: esto es horrible. No podemos permitir que este hombre se convierta en presidente– está programado para hoy en la noche, con varios analistas considerando que si Trump pierde o empata, podría generar una elección desastrosa no sólo para él, sino para todo su partido.
Por ello, lo que empezó con unos cuantos políticos republicanos retirando su apoyo al abanderado horas después de la difusión de la grabación, se volvió cascada, y pronto podrá ser torrente. Ya para la tarde sumaban más de 20 los legisladores federales, gobernadores y ex candidatos republicanos –algunos de ellos sumamente influyentes– que se habían desvinculado del candidato, reportó The New York Times, señalando que era una deserción sin precedente. Ayer por la tarde el senador y ex candidato presidencial en 2008 John McCain se sumó a la lista.
Algunos estrategas del partido están expresando abiertamente la necesidad de desvincularse de Trump por completo y enfocarse sólo en defender sus mayorías legislativas en ambas cámaras del Congreso.
Hoy la presión sobre el candidato para retirarse llegó a tal nivel que el propio Trump tuvo que afirmar a varios medios que no tiene esa intención ya que nunca me he retirado de nada en mi vida y eso nunca ocurrirá.
Pero a pesar de una inusual disculpa pública de Trump la madrugada del sábado, sólo se ha intensificado la cascada de denuncias por las declaraciones de Trump en la grabación de hace una década que fue difundida primero por The Washington Post el viernes.
Trump y su equipo estuvieron congelados durante casi 10 horas después de que se difundió el video y finalmente lograron que el candidato emitiera una disculpa en una declaración videograbada poco después de la medianoche. “Nunca he dicho que soy una persona perfecta…. He dicho cosas que lamento, y las palabras difundidas ayer en este video de hace más de 10 años son algunas de ellas. Cualquiera que me conoce sabe que estas palabras no reflejan quien soy. Lo dije, estaba equivocado, y ofrezco disculpas”. Prometió ser un mejor hombre mañana.
Pero no lo dejó ahí. Como casi siempre, después de ser acusado, reviró: “He dicho algunas cosas tontas pero hay una gran diferencia entre las palabras y las acciones de otras gentes. Bill Clinton verdaderamente ha abusado de mujeres, y Hillary ha buleado, atacado, avergonzado e intimidado a sus víctimas”. Y amenazó: Discutiremos esto más en los días venideros. Nos vemos en el debate.
Ayer, su propio compañero de fórmula, el gobernador Mike Pence, fue obligado a declarar que, aunque aún apoya a Trump, estaba disgustado con lo que escuchó. Como un marido y padre, fui ofendido por las palabras y acciones descritas por Donald Trump en el video... No condono sus comentarios y no puedo defenderlos. Señaló que estaba agradecido de que Trump se hubiera disculpado ante el pueblo estadunidense y que rezamos por su familia y anticipamos la oportunidad de que él demuestre lo que está en su corazón cuando se presente ante la nación mañana en la noche.
Hasta la esposa de Trump, Melania, tuvo que emitir una declaración afirmando que las palabras que había usado su esposo en el video (con quien se había casado sólo unos meses antes de esa grabación) son inaceptables y ofensivas y que no representan al hombre que conozco e invitó a todos a aceptar la disculpa de Trump, como lo he hecho yo.
El político republicano electo de mayor rango en el país, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, anunció desde ayer que desinvitó a Trump a aparecer en un acto de unidad partidaria al afirmar que sus declaraciones eran enfermas, aunque no le retiró el endoso. Ayer se anunció que Pence, quien iba a representar a Trump en el encuentro, canceló su participación.
A la vez, el propio presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus; el líder del Senado, Mitch McConnell, y los ex precandidatos presidenciales Marco Rubio y Ted Cruz expresaron su desaprobación a las declaraciones de Trump, pero no retiraron su apoyo, aún.
Todo esto está causando un daño severo a una campaña ya debilitada después de que fue declarado el perdedor en el primer debate con Clinton, seguido por la revelación de documentos indicando que podría haber evitado pagar impuestos federales durante años, y su terca defensa de la humillación de una ex Miss Universo, entre otras cosas, resultando en un repunte de la demócrata en los sondeos.
Mientras tanto, Clinton se salvó por el momento –gracias al escándalo alrededor de Trump–, este fin de semana, del daño potencial de las revelaciones de miles de correos electrónicos hackeados de la cuenta de su presidente de campaña John Podesta divulgados el viernes por Wikileaks.
Su equipo de campaña rehusó confirmar la autenticidad de los documentos que, entre otras cosas, incluyen fragmentos de discursos a instituciones financieras donde se demuestra su cercana relación con Wall Street. Afirma que cualquier reforma del sector después de la crisis financiera debería provenir de los propios banqueros, y afirma que su sueño es un hemisferio de libre comercio y fronteras abiertas, lo cual reabre un flanco políticamente vulnerable para ella ya que fue efectivamente criticada justo por estas posiciones tanto por Bernie Sanders como por Trump.
Más aún, una de las frases de un discurso señala cómo ella y su familia ya están distantes de las familias de clase media del país por las fortunas que mi esposo y yo gozamos ahora.

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