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jueves, 28 de abril de 2016

Elecciones en EE.UU.: dinero, fraudes y amenazas de muerte

Imagen activaPor Roberto García Hernández *
La Habana (PL) La campaña para las presidenciales de noviembre en Estados Unidos entra en su etapa decisiva, en momentos en que Donald Trump por los republicanos y la exsecretaria de Estado Hillary Clinton por los demócratas lideran la lucha por la nominación de cada partido.
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Esta contienda tiene un fuerte impacto a nivel doméstico e internacional por el alto contenido de insultos personales, muestras de racismo e incluso xenofobia por algunos de los aspirantes a la jefatura de la Casa Blanca.

Con un derroche sin precedentes de dinero en actos proselitistas, transporte, propaganda de todo tipo y un amplio uso de las redes sociales en una verdadera guerra psicológica, las acciones de los candidatos provocaron inquietud en un número considerable de líderes mundiales que se preguntan quién asumirá el timón de la primera potencia mundial.

Así lo reconoce el Departamento de Estado, cuyo vocero, John Kirby, reveló en días recientes que el Gobierno estadounidense escucha señales de alarma de dignatarios de varios países acerca del tono de la campaña electoral en este país y sobre quién reemplazaría al presidente Barack Obama.

La mayoría de los gobernantes extranjeros que se entrevistan con el mandatario le expresan temor por la retórica xenófoba de varios aspirantes a las presidenciales de noviembre, añadió el portavoz a la cadena MSNBC.

Entre las causas de estas preocupaciones están las reiteradas promesas del precandidato republicano Donald Trump, de que si obtiene la jefatura de la Casa Blanca reevaluaría las relaciones con varios aliados de Washington.

El magnate inmobiliario afirma que construiría un muro en la frontera con México para evitar el arribo de inmigrantes, y de vez en cuando lanza improperios contra los musulmanes.

Por su parte, Ted Cruz provocó ansiedad en ultramar con sus comentarios desagradables y racistas contra los que profesan la fe islámica y sus promesas de incrementar la campaña militar en el Medio Oriente y realizar bombardeos masivos contra el Estado Islámico.

AMENAZAS DE MUERTE

Varios políticos republicanos adversarios de Trump recibieron amenazas de muerte en las últimas semanas, supuestamente por parte de seguidores del multimillonario, según reportes del diario The Hill y el sitio digital Politico.

Después que Trump no ganó ningún delegado en Colorado, el presidente del partido rojo en esa demarcación, Steve House, dijo que recibió miles de llamadas telefónicas en las que le prometían acabar con su vida.

Además, en reuniones recientes del Comité Nacional Republicano en Florida muchos de sus líderes compartieron historias similares. A uno de ellos -cuya identidad no reveló Politico- un seguidor de Trump le dijo en su cara que habría un baño de sangre si el empresario no ganaba la nominación.

Otro delegado por Indiana recibió una nota después que criticó a Trump, en la cual le advertían que estaba bajo vigilancia y podría tener un "entierro tradicional" si no moderaba sus acciones contra el empresario neoyorquino.

Un representante que apoya al también aspirante del partido rojo John Kasich, confesó que se sentía nervioso por el ambiente que pudiera existir en la Convención republicana que tendrá lugar en julio en Cleveland, Ohio, en particular si Trump no logra coronarse como candidato a la Casa Blanca.

Como parte de este ambiente de agresividad, el 24 de abril pasado Sean Morkies, un joven de 20 años de edad, fue detenido en Waterbury, Connecticut, en el noreste del país, después que lanzó una amenaza de bomba contra un acto de campaña de Trump a través de la red social de Twitter.

En marzo, un manifestante fue sacado a golpes por un hombre que luego resultó acusado de agresión, cinco personas fueron detenidas y dos agentes de policía resultaron heridos, uno de ellos al recibir un botellazo en la cabeza, por los altercados entre defensores y detractores de Trump en Chicago, Illinois.

EL SERVICIO SECRETO SE ALISTA

El Servicio Secreto de Estados Unidos anunció que prepara una operación de seguridad de gran envergadura para la Convención republicana, pues la reunión pudiera ser la más compleja en más de cuatro décadas.

La realidad es que líderes republicanos y otros participantes en dicha cita están preocupados por su seguridad personal e incluso preguntan a las autoridades si sería oportuno llevar allí a sus respectivas esposas e hijos.

En ese contexto el Servicio Secreto alista un plan cuya elaboración comenzó hace más de un año y asegura que los participantes en la reunión partidista deben sentirse seguros de que no tendrán peligro alguno.

Así lo señaló al sitio digital Politico Nicole Mainor, vocera de esa entidad federal que está a cargo de la protección de la familia presidencial y de otras figuras clave del Gobierno estadounidense.

Según Politico, desde diciembre de 2014 la Convención Republicana fue calificada por el Servicio Secreto como un Evento Especial de Seguridad Nacional, lo que implica que se le dedique un intenso proceso de planificación en el que participan más de una veintena de subcomisiones.

Otras agencias también están encargadas de garantizar la seguridad de este encuentro de los republicanos, entre ellas la Agencia Federal para Situaciones de Emergencia (FEMA), y el Buró Federal de Investigaciones (FBI).

La Convención del Partido demócrata, que tendrá lugar en julio en Filadelfia, Pennsylvania, parece estar bajo una atmósfera algo más tranquila, no obstante, las fuerzas del orden se preparan para enfrentar cualquier eventualidad, destacan medios de prensa estadounidenses.

OFENSAS DEMÃ"CRATAS, IRREGULARIDADES EN NUEVA YORK Por el lado del partido azul las cosas no andan muy bien en cuanto a escándalos y ofensas personales, como quedó demostrado durante las primarias en Nueva York el 18 de abril, y en particular en debate previo a esa contienda, de los precandidatos Hillary Clinton y Bernie Sanders.

Ambos contendientes intercambiaron improperios sobre la supuesta falta de calificación de uno y otro para ejercer la jefatura de la Casa Blanca. La exsecretaria de Estado acusó al senador por Vermont de tener ideas inaplicables a la nación norteña y su contrincante le echó en cara los vínculos de ella con Wall Street.

Sanders denunció que hubo anomalías durante los comicios en la Gran Manzana pues algunos votantes tuvieron dificultades para acceder a las urnas o sus nombres fueron borrados de los registros.

Resulta absurdo que en Brooklyn decenas de miles de electores quedaron fuera de esas listas, fue también un error abrir los centros de votación en la parte norte del Estado al mediodía porque esto afectó a quienes debían ir a sus trabajos después de ejercer el voto, señaló.

Tras las primarias neoyorquinas, el fiscal general del estado, Eric Schneiderman, abrió una investigación en la Junta de Elecciones luego de recibir múltiples denuncias sobre irregularidades en los comicios. El funcionario añadió que se siente profundamente perturbado por el volumen y la consistencia de los problemas reportados, tanto en informes públicos como en más de mil quejas directas que recibió en su oficina y prometió que iniciaría pesquisas en otras zonas del estado donde el número de anomalías fue inusualmente alto.

LA FASE FINAL

Clinton se consolidó como aspirante demócrata en las primarias que tuvieron lugar el 26 de abril en Connecticut, Delaware, Maryland, Pennsylvania y Rhode Island.

La exjefa de la diplomacia norteamericana sólo perdió en Rhode Island frente a Sanders y ahora tiene el 90 por ciento de los dos mil 383 delegados necesarios para obtener la candidatura de su Partido a la presidencia.

Por la parte republicana ocurrió algo similar con Trump, quien en esa jornada triunfó en los cinco estados, y ya tiene 77 por ciento de los mil 237 delegados que necesita para lograr su objetivo.

Las elecciones generales que tendrán lugar el próximo 8 de noviembre pondrán en juego no solo la jefatura de la Casa Blanca, sino también un tercio de los 100 asientos del Senado y la totalidad de los 435 puestos de la Cámara de Representantes, además de centenares de cargos en las legislaturas estaduales y gobiernos locales.

Es por eso que a juicio de expertos, lo que resta de este proceso parece guardar muchas sorpresas en cuanto a irregularidades, acciones violentas, amenazas y sobre todo, el derroche de centenares de millones de dólares, algo que ya es característico de la llamada democracia estadounidense, pero que en esta ocasión los pronósticos indican que llegará a niveles sin precedentes.

*Jefe de la Redacción Norteamérica de Prensa Latina.

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